El Defensor del Menor ha hecho pública una guía contra el ciberbullying, especialmente dirigida a los profesionales del ámbito de la educación. A través de esta herramienta, elaborada por psicólogos, juristas y representantes de la comunidad educativa, se pretende ofrecer estrategias para detectar, analizar e intervenir en los posibles casos de ciberacoso dentro del contexto escolar.

El ciberbullying o ciberacoso supone una nueva forma, cada vez más prevalente, de agresión psicológica, por la cual el agresor, o agresores, utilizan las nuevas tecnologías (mensajería instantánea, chats, mensajes de móvil, correo electrónico, redes sociales, etc.) con el objetivo de intimidar, insultar, amenazar o humillar a la víctima de forma mantenida en el tiempo. Este nuevo tipo de acoso escolar supone un enorme reto para la comunidad educativa, debido a que el acosador goza del anonimato que le proporcionan los medios electrónicos, lo que le dota de cierta sensación de impunidad. Los medios tecnológicos, por otro lado, diversifican y amplifican el impacto, por lo que, para la víctima, este tipo de acoso puede ser tan perjudicial o peor que una agresión física en el colegio, llegando incluso en algunos casos a precipitar su suicidio.

El documento, que lleva por título Ciberbullying: guía de recursos para centros educativos en casos de ciberacoso, incluye un capítulo introductorio, donde se profundiza en el concepto de ciberbullying y se describen los elementos que configuran el fenómeno en sus diferentes manifestaciones, así como se detallan los comportamientos más frecuentes vinculados a este problema. Además, se recogen las pautas que los responsables de los centros educativos (equipos directivos y tutores docentes) deben poner en marcha para prevenir y tratar un posible caso de ciberbullying.

En relación a la prevención del fenómeno, la Guía incide en la necesidad de prevenir el problema a través de la educación en "alfabetización digital" desde los niveles iniciales de Educación Primaria. Esto supone la formación en el buen uso y en los riesgos que comportan las nuevas tecnologías para los escolares. En la Guía se proporcionan materiales didácticos concretos para utilizar en las aulas, donde se trabajan aspectos como la intimidad en la red, las relaciones entre acoso y ciberacoso, etc.

El documento proporciona también un protocolo de intervención a desarrollar por los centros educativos en el momento en que se detecte un posible caso de ciberbullying, así como pautas para la acción, recursos y referencias de interés. Ante la detección de un posible caso, es de obligado cumplimiento poner en marcha el plan de acción y notificarlo al tutor, orientador o equipo directivo. Tras la evaluación del problema y la identificación y entrevista con los alumnos implicados en el ciberacoso, el equipo docente debe elaborar un informe que se remitirá a la Comisión de Convivencia del Centro o al Servicio de Inspección Educativa. Posteriormente, se establecerá el plan de actuación y se llevará a cabo una evaluación y seguimiento del problema. La propuesta de acción también incorpora un último paso, basado en la información y sensibilización de los alumnos, con el objetivo de que los propios escolares puedan detectar si ellos o alguno de sus compañeros están siendo víctimas de ciberbullying.

Finalmente, el documento define un conjunto de conclusiones e ideas nucleares sobre el tema expuesto y se proporcionan referencias jurídicas y páginas Web para profundizar y apoyar la acción educativa.

Fuente:

Ciberbullying: guía de recursos para centros educativos en casos de ciberacoso